sábado, 28 de junio de 2008

EL FENÓMENO BLADE RUNNER EN LA SOCIEDAD DE LA IN- FORMACIÓN

Como en la obra fílmica, “los adolescentes de hoy tienen el mundo a su alcance pero no son dueños de sus destinos” (Feixa, 2005). La manipulación mediática y los intereses políticos hacen que la población conozca una visión fragmentada de la realidad percibida bajo una lente monocromática en la que el consumismo y el poder constituyen el epicentro de nuestros intereses. En la sociedad occidental del siglo XXI, de las nuevas tecnologías y el conocimiento, los rasgos culturales son propósitos modernos de interés turístico y las características que conforman la vida de los hombres y mujeres ya no vienen determinadas por el clima, la geografía, la historia, etc. Las costumbres tienden a una globalidad común donde la falta de tiempo, la productividad de lo efímero y el consumismo permanente completan la dictadura de lo económico en la “democracia” donde tienen voz los que más acciones poseen en las grandes empresas.
Esta generación es idéntica a sus predecesores en su apariencia externa pero no en sus construcciones cognitivas ni en el establecimiento de sus relaciones sociales y mucho menos en su estilo de vida. A lo largo de la historia se aprecian una serie de cambios en las formas de organización social así como en el uso de los recursos disponibles, y es en base a estos cambios cuando surgen nuevas maneras de ver el mundo y de relacionarse con él. De esta forma, la juventud que nos rodea es producto de nuestro avance en la capacidad para controlar los medios de los que disponemos y fruto del retroceso que supone no enseñar su uso adecuado. Proyectamos en la juventud de hoy las necesidades de ayer, provocando que tengan como referente modas globalizadas a las que acceden a través de los medios y que se encuentran en la mayoría de los casos desubicadas de contextos reales.
Como en Blade Runner, la publicidad nos envía constantemente una multiplicidad de estímulos, promesas de mejores vidas en las colonias del mundo exterior. Esas colonias no están más allá de nuestras propias fronteras, las que se imponen desde un Sistema Educativo alienado en el pasado que mira a un futuro incierto y ese futuro ya se ha hecho presente a través de estas generaciones de jóvenes que consideramos inconscientes. In- consciente porque no se puede tener conciencia de aquello que no se conoce ni se fomenta. Padres, madres, educadores, educadoras y la sociedad en general, son agentes fundamentales para el avance hacia la conciencia y la actitud crítica. Es necesaria la creación de espacios que permitan la interacción generacional, la Escuela tiene especial importancia en este punto propiciando el espacio para la reciprocidad con una comunicación intergeneracional multidireccional.
Volviendo a la metáfora de Blade Runner, hemos construido un mundo a medida que se ha visto invadido por seres casi artificiales que están a caballo entre lo que deben ser (valores que promulgan las instituciones, roles,...), lo que quieren ser (ideales y modelos promovidos por los roles y la sociedad) y lo que son en realidad (individuos e individuas únicas e irrepetibles con las incógnitas propias de la juventud). No estaría de más que actuásemos por un momento como la replicante protagonista, preguntándole al Harrison Ford de la industria y a nosotr@s mism@s, hasta cuándo vamos a seguir rigiéndonos por los modelos prefabricados de la publicidad, por los medios de aprendizaje desfasados, por los continuos test que clasifican al ser que es diferente de lo que la sociedad quiere que sea.
La gratificación de lo inmediato configura un tipo de persona saciada al instante que deja de tener capacidad de espera y disminuye la capacidad de concentración en tareas que no estimulan. Un mundo multimedia donde el todo global va directo a la emoción y donde hay alternativas para sumergirte en uno u otro contexto instantáneamente, son los medios los que insertan esta gratificación inmediata. Esto hace que se tenga una motivación a muy corto plazo sin que haya tolerancia a la frustración.
En esta generación Blade Runner, las maestras y maestros tenemos un importante papel como mediadores entre el alumnado y la información. Con la utilización de los medios en la escuela estamos atendiendo a las necesidades educativas del alumnado del s. XXI, necesidades reales con referentes reales. Finalmente, la cuestión se reduce a la educación: educar para saber, para conocer, para ser y saber hacer. Citando al filósofo Krishnamurti (2007) “Actualmente llamamos educación a la mera acumulación de datos y conocimientos extraídos de los libros, lo cual está al alcance de cualquiera que sepa leer. Una educación de este tipo es una sutil evasión de la realidad de lo que somos y, como toda huída, inevitablemente acrecienta nuestra desdicha”.
Tras la reflexión realizada, hemos llegado a la conclusión de que el cambio educativo necesario para que el Sistema pueda atender las necesidades de esta nueva generación reside en primer lugar en la formación de los futuros maestros y maestras, actividades reflexivas de acción-reflexión-acción, más que una aplicación de viejas metodologías que se usaban cuando los medios didácticos no eran otros que lápiz y papel. El énfasis ha de pasar de la enseñanza al aprendizaje, de los datos a las estrategias, al conocimiento en definitiva, utilizando recursos motivadores cerca de las experiencias del alumnado para que la escuela y su contexto social estén interrelacionados, entendiendo a los medios como espacios donde se produce conocimiento y se accede a éste, como herramientas de enseñanza-aprendizaje y como ámbitos de crítica y de intervención social.