sábado, 7 de noviembre de 2009

Olor a cromos y flotadores...



...meriendas después de toda la tarde callejeando, calor de taparse sin tener demasiado frío... noches de viernes y mañanas de domingos, con la ventana abierta. Huele a sal, a lluvia, a candela, al horno de mi padre por las mañanas...sabe a castañas, a masa de madalenas, al resto que queda en la olla después de hacer natillas, a los higos que traen los niños cuando vuelven de la piscina, al biberón del doce cumpleaños...
...el pre del carnaval,
un verano ...del 98, por ejemplo...
las humaredas blancas sin telón de fondo, botellas iguales con dueñas compartidas,
pon tu canción, ahora la mia... y seguiremos hablando,
y mirando atrás buscando ser algo hoy por lo mucho que fuimos ayer.

2 comentarios:

A do outro lado da xanela dijo...

Monse!!!!


Oooooh, tremenda alegría encontrarte aquí!!!

Engachada como estaba a tu fotolog, ahora con lo de blog... genial!

Me encantan tus escritos, querida compañera de viaje... usas las palabras mostrándolas como viejas amigas, cercanas, conocidas.

Un beso enorme, compañera de camino!!!!!

Criss dijo...

"La manera en la que uno habla [y escribe] llega a ser con el tiempo la manera en la que uno representa aquello de lo que habla [y escribe]".
Jerome Bruner.

Con esta breve jaculatoria, el famoso psicólogo estadounidense resumió 'de un plumazo' parte de su tesis -y sólo una parte- defendida en su obra "Realidad mental y mundos posibles". Algunos y algunas [posiblemente] estén alimentando sus archiconocidas 'materia gris y materia blanca' con cuestiones tan punzantes y taladradoras del tipo "¿y qué tiene que ver esto con el texto inicial? ¿qué quiere decir eso de 'representa aquello de lo que habla'?". Debido a la vertebrada diferencia natural de ambas cuestiones, sólo daré mi opinión -extraída de mis humildes cajas gris y blanca- sobre la primera; la restante será (o espero que sea) digna de posicionar sobre la mesa 'mental' de la reflexión y análisis personal de cada uno y una.

A saber, el texto aquí publicado por nuestra querida amiga resulta tan poético como conciso en sus arduas formas y artístico estilo (¿acaso la poesía/escrito no tiene algo artístico?). Mientras lo leía sentí estremecedoras garfas que enceguecían mi 'ser' como "las purezas vacías de la soledad" que atacaban tormentosamente a Antoine Roquentin (Sartre, 1938). Un hálito aterido e ineluctable. Una confrontación insensata; un estremecedor poder arcaico que se adueña de mi voluntad. No pretendo dilatarme. Para ser breve, por norma general, cuando encuentro algo o alguien que me ocasiona tal pasmosa 'vacuidad' interior (libre de conceptos, signos, ideas y/o pensamientos fervorosos) y consigue hacerme rozar el sendero de lo 'directo y exento de lenguaje o forma', entonces me siento una pizca más fausto y libre. Y por Dios (sin entrar en términos religiosos y/o espirituales) que éste breve texto lo ha conseguido. "Sólo aquél que conoce la añoranza podrá saber el tamaño de mi sufrimiento" (Johann W. Goethe).

Tú dicción y transmisión, querida camarada y amiga de senda, es 'tú manera de representar aquello que ves, que percibes'; aquello que te habla y le hablas. Tus palabras sobre el mundo en el mundo de las palabras (contaminadas y defectuosas generalmente). Tú huella histórica en la eterna lectura de la historia; somos historia y hacemos historia. No olvides tus párpados escritos, tus dedos perfumados cuando pienses en expresar ésas 'representaciones' que te sobrecogen y acogen (tanto a mí como a muchos otros y muchas otras). No permitas que el olvido te arrebate tu ser y ser(se) creativos, tu energía imperiosa de expresar (o intentarlo) en sutiles palabras la complejidad de lo que significa 'representar'. Gracias por compartir tu talento en "cositas" como éstas.

"Mi razonamiento es que los intelectuales son individuos cuya vocación se encuentra en el arte de la representación" (Said, 1996).

¡Voilà tout!